¿Qué pasa cuando no te apetece comer lomo e intentas disimularlo? Respuesta: que sale esta mezcla de sabores tan deliciosa y que a día de hoy se me sigue haciendo la boca agua: milhojas de lomo con verduras.

Que la carne no es mi comida favorita no es ningún secreto. Me encanta el chuletón, no lo voy a negar, pero una buena menestra de verduras o un buen plato de salmón me llama mucho más que cualquier carne. Así que, el otro día, cuando mi madre me dijo que había lomo, no pude más que empezar a pensar alternativas. Y, tachán, salió esto.

No me esperaba algo así (ella menos), pero fue todo un acierto. Me "chifla" la cebolla caramelizada y el sabor que le da a todo el plato. Creo que es un acompañante que queda bien con cualquier carne y en muchísimos bocadillos. Además, junto al calabacín la apuesta era segura. Ahora que vuelvo a ver las fotos mientras escribo no paro de relamerme... ¡Qué bueno estaba!

El nombre se lo he puesto yo. No se me ocurría algo mejor y, aunque sé que no lleva hojaldre, creo que el tema de "capas" lo cumple perfectamente, ¿no?

Es un plato sencillo con el que "huir" del lomo de cerdo tradicional con patatas o pimientos. Seguramente no será el mejor plato para los más pequeños, pero si tenéis una ocasión especial con alguien y os apetece sorprenderle, es un buen plato con el que conseguirlo. Nosotros comimos uno cada uno como segundo plato, tal vez (seguramente), nos hubiéramos comido otro. Os lo digo para que calculéis, más o menos.